El uso de las computadoras se ha convertido en algo cotidiano. A mis estudiantes les encantan las computadoras. Y te lo digo yo, que he sufrido cuando alguien equivocadamente usa nuestro periodo y tenemos que virar al salón. Lo que tengo es protestas, protestas y protestas. ¡Qué mucho les gustan las computadoras a mi grupo! Para mi es muy confortable saber que ellos están aprendiendo y que se entusiasman en usarlas.
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